COPA DIPUTACIÓN: CD ALLARIZ 3 -- 4 CD OURENSE B

Ufffff Por los pelos. Complicado, difícil y duro se preveía el encuentro contra los niños alaricanos en su bunker de O Seixo, finalmente se quedó solo en difícil, muy difícil.

Encima, la climatología no acompañaba y la tarde se presentaba desangelada y pasada por agua y los antecedentes de otros años no presagiaban un partido llevadero. Tal fue así que para amoldarse al campo y al juego rival el Mister rojillo introdujo una variante táctica abandonando el esquema habitual 1 3 2, pasando a jugar un 3-1-2 muy exigente para los delanteros, donde Tomi y Juan trataban de presionar la salida del balón, con más defensas de los habituales para contrarrestar el juego directo de los de verde, y evitar disparos fáciles.

Siguiendo el guión previsible del partido, sin un dominio claro de ninguno de los contendientes, llegó un desajuste en el centro del campo rojillo que propició el gol local fruto de un buen disparo desde las cercanías del área. 1-0. Había que remontar. El juego siguió insulso y con pocas ocasiones, algo mejores para los alaricanos sin que los de rojo pudieran exigir al portero local que los tenía "intimidados". Los cambios visitantes fueron encaminados a oxigenar la delantera y proseguir con una fuerte presión de tal manera que no se pudiera sacar el balón jugado con claridad. 1-0 y al descanso.

Tras la reanudación más de lo mismo. Presión y garra a falta de buen juego. Con el pase al centro del campo de Pablo y Diego y Tomi muy activos en banda, el pundonor del de Cea le llevó a conseguir el gol del empate y poner algo de luz en una tarde gris. Aún quedaba un mundo. Sin tiempo a asimilar el empate otro despiste llevo a que el Allariz consiguiera su segundo gol. El gozo rojillo en un pozo. Vuelta a la heroica y con el cronómetro en contra.

Ahí fue donde se pudieron ver los mejores minutos de los de rojo, ya con los de inicio sobre el campo y con un Allariz más cansado aparecieron los espacios y con ellos los capitalinos pudieron tocar un poco el balón y conseguir esta vez si ponerse por delante 2-3 gracias a un gol de pillo. Mientras un niño del Allariz se ataba la bota en mitad de su campo los nuestros aprovecharon el desajuste local para - en una jugada esta vez si de veteranía - conseguir ese tercer gol que los adelantaba por primera vez en todo el encuentro. Por fin. Eso también es fútbol.

Pero no, tocaba seguir sufriendo, y no porqué fuera una sorpresa. En años anteriores aquí mismo se avisaba y aquí mismo se constataba como nos marcaban. Pues este sábado también. Tras el 2-3 disparo a puerta desde el centro que se va fuera de puerta e, inexplicablemente, pierde de vista el balón, el sitio, y cuando se da cuenta el balón rebota en el y se desvía hacia el interior suponiendo un nuevo empate. 3-3.

A pesar del mazazo y el disgusto del portero, la línea de juego se mantuvo y se logró el cuarto que ya resultaría inamovible, aunque eso sí, pidiendo la hora. 3 puntos sufrios y que estuvieron en el alero más de la cuenta. El día que salgan enchufados desde el principio y no cuando tengan la soga al cuello nuestros peques nos ahorraran muchas tilas. Hoy chapeau para ellos, su garra y las ganas de ganar y seguir con las opciones intactas en la competición copera.

Desde aquí no quiero olvidar detalles que, donde ganar nos gusta a todos como el comer, engrandecen a este deporte en estas edades, refiriéndome al Mister Local que, con 2-2 en el marcador y mediada la segunda parte, no dudo en cambiar a su portero titular sin que se le pueda echar culpa ninguna al suplente de los goles rojillos.

Los prolegómenos.

3 - 2 - 1 el dibujo táctico de los alaricanos.

El cara o cruz. Por suerte, salió cara.

Estrenando esquema, tres atrás.

O las porterías eran más pequeñas o se come mucho cola-cao por Allariz.

Pablo en la banda.

Casi no había sitio ni para el balón.

Pues no, no era el mister local quien iba disparar hacia su portería.

Poco espacio para ir a rápido.

Los paraguas fueron protagonistas.

Nulo acierto hacia porteria en la primera parte.

Hugo no paró de intentarlo, más tarde tendría su premio.

Los delanteros tuvieron trabajo extra en la presión.

Adivina quien no faltó a su cita con el gol.

Diego ejecutando una falta, tan plástico como de portero.

Todo pundonor.

Camilo, de menos a más, como el equipo.

Mientras el árbitro no llegaba Pico impartiendo instrucciones.

La segunda parte. Todo o nada.

A base de garra hacia la meta alaricana.

Tras el empate a uno. Quedaban muchos sobresaltos aún.

La presión en banda, clave.

Con el paso de los minutos y la falta de fuerzas aparecieron los espacios.

Diego, con Tomi, los mejores detalles técnicos.

La clave. Por fin un detalle de veteranía.

Desaparecida la intimidación bajo palos los rojillos enfocaron mejor.

Y, aunque un pelín empapados, a la ducha con tres puntos vitales en el bolsillo.