lunes, 25 de abril de 2011

TORNEO REDONDELA: REDONDELA 3 - - 1 CD OURENSE

El protocolario sorteo.
Tercer partido del torneo frente a los anfitriones del Redondela. Los dos equipos fuera del cuadro de honor al haber perdido sus dos encuentros y peleando por la honrilla de no luchar por ser el último. En el pasillo de acceso mucha tensión en los chavales concienciados como pocas veces de que este si era un partido de nuestra liga y que había que dar la talla.
El partido comenzó con los nuestros bien asentados, trabajando mucho en defensa y procurando no descolocarse y no dar oportunidades a los locales, aunque con poca velocidad cara al ataque. Las precauciones defensivas mandaban. Así se llego a la segunda parte con cero a cero y esperando los de azul el viernes santo su oportunidad. Esta llegaría a la salida de una falta lateral sacada por Diego que Tomi adelantándose a la defensa marcaba el 0-1 para los ourensanistas. El Redondela se estiró y en una jugada embarullada que no supimos despejar el balón quedo muerto en la frontal sin que las ayudas llegaran a tiempo y con un magnifico disparo raso lograban el 1-1. Esto desesperó a los nuestros que trataron de irse arriba rápidamente. En otra jugada embarullada al borde del área y con cuatro jugadores azules tapando el disparo un rebote superaba por arriba a Abel y convertía el 2-1. Nervios, imprecisiones y prisas. En una contra una lenta salida facilitaba el tercer gol local y desmoronaba a los nuestros. Con el pitido final los momentos más duros del torneo y tan típicos de otras veces. Rabia, lágrimas, decepción.... el pequeñisimo vestuario que tocó para ese partido se llenó de desolación...... y quedaba volver sin conocer rival seguro a la mañana siguiente para evitar ser los últimos del torneo. 

Los nervios difíciles de controlar

El banquillo.

Nuestro killer bajo la lluvia.

Un ataque naranja.

Camilo ordenando desde atrás.

Mucho trabajo defensivo.


Todos implicados en defensa.

La opción "músculo" para controlar los ataques de los anfitriones.

El frio y las condiciones del campo mermaban a nuestros peques.
 

El marcador final.

La presión a la desesperada.

Algunos no se lo creían.

Otros se hundieron.


Y las lagrimas afloraron para varios.

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