9 - 2. Los resultados son los que son y suelen, salvo raras excepciones, reflejar la justicia del juego.
Como antecedentes un líder intratable que no ha dado un respiro a nadie en la categoría. Enfrente nuestros niños, con el mejor fútbol de su corta historia y más ilusionados que nunca a ver si por una vez le mojabamos la oreja al rival o al menos, les hacíamos sudar de lo lindo. Una baja importante, que no decisiva, la de Camilo trastocaba la alineación tipo de los rojillos.
Comezó el partido como suele ser un derby, tratando de asentarse, con poco toque y bastantes imprecisiones. Los primeros minutos el Ourense aguantaba bien a los franjiverdes y estos llegaban menos de lo esperado. Sin embargo en un despiste defensivo nos ganaron la espalda y el 1-0 subia al marcador. Empezaba la cuenta. Contra pronóstico empatabamos en una jugada de Juan. Sin embargo otro despiste igual al del primer gol, llevaga el 2 pabellonista, un rechaze propiciaba un gran gol y para rematar, una jugada embarullada culminaba en un autogol de Hugo cuando trataba de despejar. Por parte rojilla las ocasiones que tuvimos no se supiermos materializar y con 4-1 nos fuimos al descanso con la sensación de que el juego del Pabellón no era para tanto y la distancia era debido más a la escasa fortuna que a un peor juego.
La segunda parte si que no tuvo historia. Todas las diferencias entre las plantillas salieron a relucir, mientras el Ourense baja notoriamente su rendimiento con los cambios, el pabellón sigue exactamente igual juegue quien juegue, consecuentemente, los goles fueron cayendo irremisiblemente del lado local. Otro gol de Juan y un par de ocasiones muy claras donde falto definición pudieron haber acortado algo el marcador. Por contra Rafa, que ocupó la portería en la segunda parte realizó sus mejores intervenciones desde que viste la roja aunque al final tanto fue el cantaro a la fuente que poco pudo hacer frente a la avalancha pabellonista.
Como resumen: esta vez tampoco.
Un primer momento del encuentro igualado que al final siempre se acaba decantando para el Pabellón por detalles, detalles como que los rechaces solían ir a su lado (fruto de una mejor condición física) y que cada vez que tenían un disparo claro cualquiera las ponía dentro por la escuadra (calidad de los niños).
Y otro segundo momento peor, donde las diferencias son aún mayores, especialmente en lo físico, físico que marca la actitud y que tambien da soporte a la calidad. Para el Pabellón no parede haber diferncias entre los que saltan de principio y los que luego entran con los cambios, mientras que a los nuestros les sigue quedando mucho para alcanzar unos a otros.
Trabajo y ganas, trabajo y dedicacion, y también más trabajo. Y el trabajo con sentido que se esta realizando este año da sus frutos pero no para alcanzar al Pabellón que nos lleva demasiada ventaja, por su estructura y por los años que este equipo ha estado deambulando y semi-abandonado. Tiempo al tiempo. Al fin y al cabo es un partido y todos los demás, tambien perdieron. No se consuela el que no quiere.
Por cierto, a los anónimos no vendria mal que tambien se identificaran, y seguramente, mis crónicas son mucho mas subjetivas que las del Mister.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con la cronica.
Por la subjetividad de la misma imagino :)
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