Nuestro primer partido en el torneo monfortino comenzaba como en tiempos pasados... Nervios, bajas de última hora en los convocados, ausencias ya conocidas gracias a la escasa coordinación en el Club, retrasos y móviles echando humo. Claro que algún pequeño del benjamín A lo tuvo mucho peor. Aún así y todo el equipo compareció raspado para calentar y disputar el primer partido del torneo ante el SDC Residencia, un rival completamente desconocido por nosotros y con niños de segundo año. Con todo el despiste el partido comenzó espectacular, una primera jugada que el portero lucense se lucía a disparo de Yago cuando el baón iba dentro. No cejamos y en la siguiente acción nos poníamos por delante. Ver para creer. Sin embargo todo fue un espejismo. Y el espejo se rompió a balón parado. 2 córners seguidos acabaron en gol en contra. Y pudo ser un tercero. 3 acciones similares, defendiendo un córner sin ningún rojillo en el área salvo Abel asi que los de azul entraban como Pedro por su casa y sin darnos cuenta abajo en el marcador. Con tiempos tan cortos entraron los nervios y las prisas y el desbarajuste fue monumental. Con la banda izquierda como un coladero los goles lucenses cayeron uno tras otro sin que tuvieramos opción a nada. Con Tomás tratando de imponer algo de orden pero desconociendo a los peques cada uno trató de hacer la guerra por su cuenta sin sacar nada en claro. Para olvidar. Empezamos como todos los torneos, apampanaos. Caras de circunstancias y algún que otro cabreo por medio.
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