En la mañana del sábado se disputó el último amistoso de preparación. Al igual que el sábado anterior anterior visitamos a nuestros vecinos del Pabellón para enfrentarnos esta vez al Promesas, que curiosamente, ha resultado ser el mismo partido con el que empezará la liga el próximo fin de semana.
Así las cosas, tras el buen sabor de boca del partido contra el Velle y con el recuerdo de la dolorosa derrota contra el Pabellón B muy fresco (a la misma hora en el campo de al lado daba cuenta del Ribeiro por 6-2 (esta temporada ya no va ser dura sino durísima)), se trataba de ver que cara ofrecería el equipo.
Y ni fu, ni fa. Partido malo malo. Con poco fútbol y dos equipos que resultaron muy parejos, sobre todo en escasez de juego. Una primera parte igualada, con pocas ocasiones de gol donde los porteros fueron casi espectadores ya que el juego de los 2 equipos no daba para casi nada. 0-0 y al descanso.
La segunda parte fue igual de pobre en cuanto a juego, hasta que el cansancio comenzó a hacer mella y propició errores en ambos equipos que fueron turnándose de una portería a otra. Estaba claro que el primero que lograra marcar se llevaría el partido. Y ese honor correspondió a los locales, que acertaron a transformar una contra, no sin que antes, a puerta vacia, los rojillos fallaran la más clara de sus ocasiones.
Poco o nada que destacar en el aspecto positivo del choque, donde la ausencia de Abel Guntín en la portería fue bien suplida por Borja del B, muy solvente en sus acciones, y en la positiva la labor defensiva del chileno Abel, todo un seguro de vida atrás, muy contundente.
En la parte negativa... apatía, inseguridad, nula capacidad de desborde, sin acierto cara puerta, poca capacidad combinativa, poca solidaridad... en fin, toca seguir trabajando para darle la vuelta a la tortilla y que la revancha nos traigan los 3 primeros puntos de liga que falta nos van hacer.
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