Chapeau. Los 45 mejores minutos de fútbol que el que teclea ha visto a este equipo desde hace cuatro años. La primera parte sencillamente para enmarcar. Un rival que tradicionalmente se nos ha dado muy mal fue dominado por completo por un 7 rojillos sin fisuras y jugando los 7 a un altísimo nivel. Demoledor arriba, con Juan, Tomi y Hubo goleadores, especialmente el primero en nada parecido al de inicio de temporada. Ha recuperado su ángel y más. Presiona, corre, encara, juega, hace jugar y marca. Atrás la fortaleza de Abel Josúe que si no es a la primera e a la segunda pero está mostrandose un muro infranqueable. y encima ayer, acertado cara a puerta. Y en medio Diego, con todo el campo para el y libertad, ya no necesita un balón para el sólo, juega, hace jugar a sus compañeros, roba, pelea, toca... Enfrente un Ponte Ourense desconocido del que se esperaba mucho más porque calidad tienen sus niños de sobra y que dio mucho menos guerra de la prevista.
Hasta que faltaban 5 minutos y Carlos tuvo que ser sustituido entre lágrimas (ya en la primera parte había dado muestras de dolor pero se mantuvo en el campo). Con 3-0 para los locales y ninguna ocasión pontina un jugador de campo tuvo que colocarse bajo palos. Su primera intervención deteniendo una falta directa pareció ser el pistoletazo de salida para que los rojillos quisieran marcar todos su "golito". Gravísimo error, con todos queriendo hacer la guerra por su cuenta y subir al ataque se olvidaron los marcajes, la posición en el campo, el toque, en resumen, jugar al fútbol. Error de inmadurez que esperemos con el tiempo aprendan a evitar. Con ello el Ponte lograba marcar, una, dos veces y eso descompuso a los ourensanitas que veian como un partido cómodo hasta ese momento podría escaparseles. Un golazo de los de Hugo ponía el 2-4 pero no echó a los nervios de Salesianos. Otro gol pontino y la posibilidad de dejar escapar 2 puntos en el aire. Y con suerte, y por justicia ante el fútbol desplegado para los de rojo se quedaron, porque en la ultima jugada a punto estuvieron de echar por la borda todo el trabajo, así es el fútbol. Por suerte el borrón final no tuvo transcendencia y la victoria se quedo en casa.
Ahora es cuestión de no creérrselo ni lo más minimo, seguir trabajando duro, y pensar solamente en el Ribeiro en el que será la vuelta al barro (esperemos que la última visita así), porque el margen de mejora es grande, sobre todo para los que no salen de inicio, no puede haber tanta diferencia entre unos y otros, así que toca ponerse las pilas y sudar la camiseta.